El warping es uno de los problemas con los que hemos de lidiar cuando utilizamos una impresora 3D de fabricación aditiva FDM. Es muy común que al imprimir piezas que ocupan mucha superficie, las esquinas tiendan a levantarse, a este efecto es al que llamamos warping, cuando la pieza se levanta principalmente por las esquinas. Esto es debido a la contracción: el material sale del extrusor a más de 200 grados centígrados, choca con la plataforma que está a unos 60°C, o en ocasiones a temperatura ambiente, y se enfría, creando una contracción.
Las esquinas tienden a levantarse por la contracción del material. En una impresora bien calibrada y en un ambiente normal sin corrientes de aire directas, polcución, etc… el warping no debería ocurrir, salvo en piezas con mucha superficie de base.
- Es vital que la impresora esté bien calibrada. En una impresora perfectamente calibrada con la plataforma plana y extrusor a la distancia correcta el material tendría muy buen agarre a la plataforma, soportando mucho mejor las tensiones del material sin despegarse. Si el extrusor está demasiado lejos, o si la plataforma no está nivelada, un lado de la plataforma está demasiado cerca, el otro demasiado lejos, etc…, el material se pegará menos a la plataforma y la pieza se despegará.
- En tu laminador, configura una plataforma de adhesión, más conocida como Brim, en programas como Cura, podrás configurar el parámetro “Build Plate Adhesion“, y seleccionar la opción Brim, que creará una primera capa alrededor de la figura a modo “balsa”. Esto mejorará la adherencia de la impresión.